Las instituciones, tanto públicas como privadas, generan políticas de comunicación, cultura y educación que deberían ser prioritarias en el actual contexto digital. Todo proyecto de comunicación debe partir del análisis de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades que forman parte de un contexto comunicativo cada vez más complejo y necesitado de miradas comunicativas globales. Estamos sumidos desde hace algunas décadas en la era de la información, cualquier organismo,  se ha visto obligado a abrir un canal comunicativo hacia el exterior, en el que justifique ante la ciudadanía  sus actividades y su razón de ser. Si esto ha empezado a ser habitual en las empresas privadas que buscan obtener beneficio en el mercado, es aún más exigible en aquellas instituciones que, por ser representación de la ciudadanía y/o por depender su actividad de fondos públicos, están obligadas a dar cuenta de su labor.

Pero más allá de concebir este contacto con la ciudadanía como una obligación, conviene concebirla como una oportunidad de generar conocimiento útil, de poner al servicio de cada individuo aquella información que puede ser clave en ámbitos muy diversos, desde la regeneración del tejido social hasta el acceso a servicios y oportunidades que las administraciones ponen a su alcance. Son cuestiones fundamentales en una sociedad que demanda leyes de transparencia para sentirse plenamente integrada en la actividad pública, bien sea conociendo qué hacen sus instituciones, o bien poniéndose al frente de organizaciones de interés social (Tercer Sector).

La asignatura Las instituciones de servicio públicose inscribe en el módulo profesional IV, y, junto a Los contenidos de servicio público culmina un recorrido que permitirá al estudiante comprender en profundidad qué responsabilidades comunicativas competen a los poderes públicos.