El fenómeno del Software Libre ha trascendido las fronteras de ámbito tecnológico en el que se gestó. Ha desencadenado una revolución en las concepciones vigentes sobre las leyes de protección de la creación intelectual, tanto por la efectividad del uso de las licencias de software libre, como por su aplicación a otros ámbitos de la creación artística e intelectual. Sus modelos de producción tecnológica distribuida han demostrado que es posible otro tipo de sistema de producción colaborativa y abierta de tecnología que, además, puede generar nuevos modelos de negocio. También ha servido de soporte técnico y ejemplo metodológico para todo tipo de iniciativas privadas y públicas sobre la producción, implantación y enseñanza de las tecnologías de la información y la comunicación.

En resumen, el Software Libre, lejos de ser una utopía visionaria, ha dado todo tipo de frutos tecnológicos y sociales que han puesto en cuestión la legitimidad de los sistemas de “Propiedad” Intelectual como motores de la innovación tecnológica y la estructura empres cerrada y monopolística como sistema de producción tecnológica, además de demostrar la independencia de los colectivos sociales para la creación, modificación y difusión de las tecnologías que les incumben y afectan.

Por todo estos resultados, el estudio de la Filosofía del Software Libre no se limita simplemente al estudio de la ética y los valores de los colectivos que programan Software Libre, los hackers. Dicho estudio ha de englobar una completa epistemología, de lo tecnológico y de lo social, que se ha convertido en una alternativa a los paradigmas dominantes que explican la relación entre la ciencia, la tecnología y la sociedad. El intento de unificación de los argumentos y motivaciones que guían las diversas ramas legales, tecnológicas y sociales del fenómeno del Software Libre puede contribuir a la comprensión de los grandes problemas filosóficos que afectan a los seres humanos inmersos en la llamada Sociedad de la Información y el Conocimiento.