Una de las principales funciones de las asignaturas de Filosofía en la enseñanza secundaria y el bachillerato es la de fomentar en los alumnos el uso del razonamiento correcto, y la valoración por las formas racionales de argumentar.

El objetivo principal de esta asignatura es proporcionar a los futuros profesores de Filosofía algunas herramientas que les permitan desarrollar este gusto de los alumnos por la racionalidad.

En particular, nos centraremos en el estudio de las formas de argumentación, así como el de los ejemplos de uso incorrecto de dichas formas ("falacias"), y en los criterios que pueden permitir a los ciudadanos distinguir los conocimientos racionalmente establecidos (aunque también racionalmente contestables) de aquellas ideas que son transmitidas sin un fundamento racional.

Por último, abordaremos el aspecto metodológico de la docencia en Filosofía, ofreciendo algunas herramientas que pueden ser útiles para la organización y puesta en práctica de unidades didácticas.