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LA RECEPCIÓN DE LA CIENCIA GRECOLATINA

Cod.24400269
PRESENTACIÓN

  El Renacimiento se caracterizó por el retorno humanista  a los valores clásicos y por la recuperación y edición filológicamente refinada de los textos grecolatinos, impresos a partir de mediados del siglo XV. Gracias a ello, muchas obras científicas antiguas y medievales, tanto árabes como latinas, alcanzaron gran difusión, dando lugar al desarrollo de los siglos XVI y XVII conocido como la Revolución Científica.


 Así pues, la ciencia moderna se inspiró en viejos modelos clásicos que contradecían otras tradiciones que habían dominado durante la Baja Edad Media, de manera que estudiar el impacto de la ciencia grecolatina en la ciencia moderna es estudiar sin más la ciencia moderna. Por ejemplo, la revolución astronómica de Copérnico, que es el modelo de los cambios radicales de la Revolución científica, se basó en  el retorno a los principios platónicos que definían la ciencia matemática de la astronomía, eliminando las licencias geométricas de Ptolomeo, cuyos modelos planetarios deban con todo buenos resultados. Copérnico buscaba obtener los mismos resultados que el Almagesto de Ptolomeo, pero con fidelidad estricta a los principios de uniformidad y circularidad. Lo consiguió siguiendo el heliocentrismo de Aristarco y algunos modelos no ptolemaicos árabes. Para responder a los retos físicos de una Tierra que ahora viajaba por el espacio, Galileo desarrolló una nueva teoría del movimiento, inspirándose en la hidrostática de Arquímedes para estudiar geométricamente la caída de los graves. Siguiendo la brecha revolucionaria de Copérnico, Kepler y Newton bebieron en la corriente neoplatónica para proponer alternativas matemáticas al saber cosmológico heredado de Aristóteles. Por el contrario, en el campo de la biología, Harvey revolucionó el estudio de la fisiología con el descubrimiento y demostración experimental de la doble circulación de la sangre, siguiendo el ejemplo de la anatomía y fisiología comparadas desarrolladas por Aristóteles en los libros sobre los animales, y oponiéndose a la estrecha visión de los médicos seguidores de Galeno. Por poner fin de una vez a esta lista de ejemplos, Francis Bacon, quien proponía un método experimental nuevo para superar cuanto creían saber precipitadamente los antiguos, tomaba la Historia de los animales de Aristóteles como modelo cómo construir las historias naturales en las que recoger los hechos sobre los que construir luego teorías generales.


En una palabra, estudiar el impacto de los antiguos en la ciencia moderna es estudiar la ciencia moderna en su totalidad. Para evitar tal exceso,  en este curso nos fijaremos en el caso (y ab uno disce omnes) de la influencia sobre la ciencia de Newton y Boyle de las filosofías globales del epicureísmo y el estoicismo. Aunque aquí nos centraremos en la influencia de dichas filosofías sobre la ciencia, no se debe olvidar que su influjo fue mucho más amplio, afectando al pensamiento ético, político y religioso que hasta el siglo de las luces no se desgajó del estudio de la naturaleza, dado que el cristianismo incluía informaciones bíblicas más o menos precisas sobre el origen del cosmos, la intervención de la divinidad en él y nuestras obligaciones hacia ella.