Los alumnos serán evaluados según el principio de la evaluación continua del rendimiento real (work load) del alumno. Para evaluar este rendimiento durante el curso se tendrán en cuenta actividades, pruebas in itinere y trabajos.
Además, durante el transcurso de la asignatura, se incentivará la autoevaluación como actividad fundamental para la reflexión de lo aprendido. Esta autoevaluación consistirá en hacer una recensión crítica de los contenidos de la asignatura y los conocimientos adquiridos.
El examen final (escrito y oral) consistirá en el desarrollo de tareas paralelas a las que se han realizado durante el curso.
La evaluación de la asignatura tratará de comprobar la apropiada comprensión lectora de los textos discutidos así como la correcta realización de las actividades propuestas en cada unidad. Es fundamental que los alumnos muestren su comprensión y uso de la terminología específica relacionada con los estudios italianos, así como el correcto análisis de los contextos, oportunidades y factores que intervienen en sus diferentes vertientes.
La calificación final se obtendrá de la suma de nota obtenida en el examen (90%) y la autoevaluación (10%).