El Premio
“Hay muchas universidades que cuentan con programas de los denominados de la experiencia, destinados a mayores de 55 años”, explica la vicerrectora. “Lo que hace a nuestra UNED Sénior única es que hemos logrado dos objetivos: que los conocimientos adquiridos reviertan en la universidad, es decir, que sus investigaciones sirvan para ampliar el conocimiento de otros, y que supongan un beneficio para la sociedad, que se puedan aplicar en el entorno medioambiental y social de los estudiantes”.
También el diseño y gestión de los cursos son diferentes. “Lo habitual es que la universidad ofrezca un programa y los estudiantes se adscriban a él. En nuestra UNED Sénior son los propios estudiantes quienes sugieren el tema y así, de abajo hacia arriba, se organiza la arquitectura de cada programa”, destaca García Alonso.
El perfil de los estudiantes Sénior es de personas entre 55 y 65 años, con mayoría de mujeres (un 63%), jubilados (un 71%), con estudios superiores previos (46%), aunque en las áreas rurales aumenta la edad y hay mayor variedad de niveles académicos. “Su motivación, además de aprender, es establecer relaciones personales con sus compañeros y mantenerse activos”, señala Gloria Pérez Serrano, directora de UNED Sénior y autora del informe premiado.
El tipo de estudios que sugieren se centra en la actualización informática, a veces para mantenerse en contacto con hijos y nietos que viven lejos; idiomas, para viajar y la cultura, el arte y la historia de su entorno y del mundo para disfrutar del patrimonio histórico allá donde lo descubren. “Da gusto verles manejar el lenguaje informático normalmente y con precisión y compartir su entusiasmo y su conocimiento en las rutas culturales que realizamos” afirma Gloria Pérez Serrano.