Heroínas de verdad
Estas versiones de los cuentos no son un invento actual, coexistieron con las más conocidas, pero los recopiladores optaron por las que nos han llegado de forma general. La historia de Caperucita Roja que los Hermanos Grimm desarrollaron, que a su vez recogieron de Perrault y a la que cambiaron el trágico final por el de Los siete cabritillos y el lobo, incluía en algunas de las ediciones un final distinto en forma de “apéndice”, una especie de nota a pie de página que comenzaba afirmando “Se dice también que…” y que a continuación relataba un segundo encuentro entre la protagonista y el lobo quien, de nuevo, intentaba embaucarla para comérsela. Sin embargo, en esta ocasión Caperucita no es ingenua y va directa a casa de su abuelita, a quien le cuenta las perversas intenciones del animal. La abuela, que también actúa de forma precavida e inteligente, protege a su nieta en la casa y, entre las dos, urden un astuto plan que finaliza con el lobo ahogado en una artesa llena de agua con hervido de salchichas.
También Cenicienta ha ocupado lugares más destacados en el relato de su propia historia. Conocida mayoritariamente por las versiones de Perrault y de Walt Disney, en una de las versiones relegadas a un segundo lugar la joven no acude a un baile, sino a tres, y en cada uno de ellos recibe un regalo del príncipe: unos pendientes, un brazalete y una diadema. El príncipe le promete su amor pero, misteriosamente, pierde la memoria después del episodio del zapato de cristal y Cenicienta, ni corta ni perezosa, se escapa del lugar del que sólo recibe desprecio y maltrato por parte de sus hermanastras y consigue entrar a servir en el palacio. Una vez allí, y aprovechando que el príncipe ha caído enfermo, le prepara una rica sopa. La madre del joven le dice que ella misma será la encargada de hacérsela llegar, pero Cenicienta se enfrenta a la mujer y consigue llevarle el caldo a su amado, introduciendo en él las joyas que él le había entregado en prenda. Finalmente, una noche consigue colarse en sus aposentos y, utilizando esos regalos, consigue que el apuesto caballero recupere la memoria y se case con ella.