Alemania ofrece trabajo a jóvenes con buena formación técnica. Pero exige, para acogerlos, que su alemán sea también bueno. Como este idioma tiene fama de difícil, la UNED organizó un taller destinado a adolescentes y jóvenes que quisieran aprender la lengua de Goethe de forma amena, divertida y, dicen, mucho más fácil de lo que parece.
La tarde se convirtió en una fiesta de juegos de colores, de mapa-puzzles, de bailes y música. El pabellón de las Universidades Públicas Madrileñas y UNED abrió sus puertas a visitantes extrañados por un ambiente dedicado a erradicar el estereotipo del alemán rígido, serio y dedicado sólo producir, sea material, sea intelectualmente. El ocio contagio a los visitantes y muchos jóvenes, quizá alentados por el ambiente, se quedaron y corearon las actuaciones preparadas por las entidades colaboradoras Tandemanía y Prim@nía.
Atento a todo, Germán Ruipérez, catedrático de filología alemana y coordinador del master de formación del profesorado en lengua alemana, presumía de sus más de 2000 estudiantes y de los más de 500 del CUID. Lleva más de 20 años enseñando esta lengua y observa el creciente interés que despierta entre los jóvenes desde que el gobierno germano lanzó su oferta laboral hacia toda Europa. Entusiasta, después de 20 años de enseñanza, anuncia que lo mejor está aún por llegar, "porque en el 2012 implantamos Turismo en alemán. Ahí si que va a haber una avalancha".