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martes 7 de marzo de 2006 guardar noticia ARTEMISIA: EL GENIO DE UNA MUJER RENACENTISTA GANA EL PREMIO ELISA PÉREZ VERA como pdf

ARTEMISIA: EL GENIO DE UNA MUJER RENACENTISTA GANA EL PREMIO ELISA PÉREZ VERA

El trabajo investiga el legado de la primera pintora que se atrevió a firmar sus obras, a pintar escenas religiosas y a vivir de su arte


La mujer siempre es protagonista en la obra de Artemisia

Artemisia Gentileschi fue violada a los 16 años por su maestro de perspectiva. Cuando lo denunció tuvo que someterse a un examen ginecológico público. Durante su declaración en el jucio la torturaron para asegurarse de que no mentía.

Tanta humillación no logró anular su talento: la fuerza de sus imágenes y su depurada técnica la convirtieron en la mejor pintora del Barroco italiano y la primera en entrar en la Academia de la Artes de Florencia.

Cinco siglos después, su vida y su obra han sido analizados por José Manuel Guardia y la investigación ha ganado el Premio Elisa Pérez Vera de la UNED, en su octava convocatoria de este año 2006.

El premio

El Premio Elisa Pérez Vera, convocado por el Centro de Estudios de Género de la UNED ha sido otorgado a José Manuel Guardia por su investigación 'Artemisia: la pintura vista con ojos de mujer'. Se entregará el próximo 8 de marzo, a las 12.00 h., con motivo del Día de la Mujer Trabajadora en el salón de actos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología (c/ Obispo Trejo 1 - Ciudad Universitaria - Madrid)

El acto estará presidido por la profesora Marisa García de Cortázar, directora del Centro de Estudios de Género de la UNED. Durante el mismo, Inés Alberdi, catedrática de la UCM, impartirá su conferencia sobre 'Raíces culturales de la violencia contra las mujeres'

La investigación

En 1989 las feministas americanas llenaron las calles de Nueva York de carteles con una pintada: '¿Es necesario que la mujer esté desnuda para entrar en el Metropolitan?'. Con su pregunta cuestionaban porqué tanto el Museo Metropolitano como en otros muchos sólo un 5 por ciento de las obras expuestas habían sido creadas por mujeres, mientras que más del 85 por ciento de los desnudos que podían verse eran femeninos.

¿Porqué las mujeres artistas son tan 'invisibles'?, ¿el talento femenino es escaso o se mantiene oculto?. La vida y la obra de Artemisia Gentileschi pueden aportar luz para responder a estas preguntas. Al menos así lo interpretó José Manuel Guardi, cuya investigación le ha valido el Premio Elisa Pérez Vera del 2006.

El investigador

José Manuel Guardia es licenciado en Geografía e Historia y prepara su doctorado en Historia del Arte por la UNED. Ejerce como profesor de educación secundaria, especilidad en Geografía e Historia, en el IESO 'Pascual Serrano' de Alpera y como profesor tutor de la UNED en Historia del arte Antiguo y Arte Medieval en Elche y Elda. Coordina un curso para mayores de 50 años sobre la historia del arte y el museo virtual.

Es autor de diversas unidades didácticas, como 'Arte clásico en Grecia y Roma'; 'Arte del Renacimiento' o 'Test con imágnes de historia del arte'. También ha escrito 'El espejo de Vincent' y editado materiales multimedia de apoyo al estudio con recopilaciones de imágnes y comentarios de obras como 'Las pinturas de la Casa Modernista de Novelda'; 'Oro y sangre en los rituales Moche' y 'Estudio sobre la orfebrería y los rituales sagrados de la Cultura Moche'.

La artista

A los 16 años pinta su primer cuadro 'La Virgen', donde captura la intimidad de una madre con su hijo. Otros trabajos como 'Susana y Los Viejos' y 'Tañedora de Laúd', los realizó antes de cumplir los dieciocho años, poco después de su violación y posterior juicio.

Dejo 34 obras maestras firmadas y otras que se cree son suyas, pero se adjudicaron a distintos autores coetáneos. Fue la primera mujer en pintar motivos o escenas religiosas; la primera en ser admitida en la Academia de Arte de Florencia (1616); la primera en ganarse la vida a través de la pintura; la primera y única mujer en adoptar el caravagismo y, lo más importante, una de las grandes artistas del Barroco Italiano.

La pintura de Artemisia tiene como protagonista a mujeres legendarias y poderosas: se recrea en la preciosidad de los tejidos, en la luz reflejada en carnes duras y doradas y en el estudio naturalista de las sombras. Crea mujeres heroicas en situaciones especialmente dramáticas. La intensidad, o la heoricidad o la violencia de sus protagonistas se alejan diametralmente de los estereotipos de 'arte feminino': dulzura, delicadeza, serenidad, etc. En ella predomina la energía desplegada por sus Santa Catalina; Minerva; María Magdalena; Ester y Asuero; y Bethsabé, entre otras.

Durante el período del juicio, Artemisia inicia su serie de pinturas cuyo tema central era el personaje bíblico de Judit, la heroína que libera a su pueblo del enemigo persa. Judit degollando a Holofernes es una de las más dramáticas y brutales versiones de este pasaje bíblico. Este escenario esta basado en la famosa pintura del pintor Caravaggio, pero la versión de Artemisia va más allá del realismo y le imprime a la protagonista un poder extremo, un afán de justicia y una absoluta decisión de obtenerla. Quizás la fuerza y crudeza de esta pintura nació de la terrible experiencia de la violación.

Una vez terminado el juicio, Artemisia se casa y se traslada a Florencia. Su marido la enseña a leer y escribir, privilegio que le había sido negado por ser mujer. Con el acceso a la lectura, estudia y le imprime su propia interpretación a lo los personajes históricos y bíblicos que serían los temas centrales de sus obras. Tras el nacimiento de su primera hija, se separa e inicia un período de independencia, en el cual se gana la vida gracias a sus pinturas. Como cualquier pintor debía exigir el precio justo por sus obras pero en muchas ocasiones, se veía obligada a realizar rebajas injustas debido a la necesidad de mantener a su familia.

En la corte de los Medici conoció a Galileo, a Miguel Ángel Buenarroti el Joven (sobrino del escultor). Su fama se extendió por Europa y llegó a España, donde gobernaba Felipe IV y la vida cultural estuvo en manos de José Ribera y la propia Artemisia. Al menos los virreyes Duque de Alcalá y Conde de Monterrey fueron clientes de la artista. También en Londres, junto con su padre, pinta por encargo para la esposa de Carlos I.

En su tiempo su pintura se cotizaba en las cortes europeas como una de las mejores entre sus contemporáneos y su influencia se hacía sentir ampliamente en la pintura napolitana, italiana y europea. Sin embargo, tras su muerte la mayoría de su obras se perdieron o se atribuyeron a distintos autores.

En la colección del duque de Alcalá en Sevilla estaban catalogadas cinco obras, de las que ahora sólo una está localizada. En la colección de Carlos I de Inglaterra constaban siete pinturas de Artemisia; sólo una pertenece en la actualidad a la corona inglesa. La catedral de Pozzuoli, donde colgaban tres pinturas de ella, sufrió un incendio en 1964. Por último, la bomba que estalló en el verano de 1993 en la Galería de los Oficios florentina afectó a dos cuadros de Artemisia.

En el Museo del Prado disponemos de una de sus obras, El nacimiento de San Juan Bautista, pintado en 1635.