El bisfenol A (BPA) es uno de los compuestos químicos más empleados en el mundo y con mayor volumen de producción. Actualmente, muchos países están limitando el uso de este xenobiótico porque las evidencias muestran que es peligroso para la salud humana y para la vida silvestre. Por este motivo, para la fabricación de plásticos de policarbonato, se están utilizando el BPS y el BPF como alternativas más “seguras” que el BPA.
En el estudio realizado, por las profesoras de la Facultad de Ciencias de la UNED, Mónica Morales, Mercedes de la Fuente y Raquel Martín-Folgar, “BPA and its analogues (BPS and BPF) modify the expression of genes involved in the endocrine pathway and apoptosis and a multi drug resistance gene of the aquatic midge Chironomus riparius (Diptera)”, se comparan los efectos del BPA y de sus análogos, el BPS y el BPF, evaluando los cambios en la expresión de genes involucrados en la ruta endocrina, en la ruta de la apoptosis y en la resistencia a múltiples fármacos. Cada una de estas rutas participa en procesos esenciales, la ruta endocrina está implicada en el desarrollo y la metamorfosis de los insectos, la apoptosis está relacionada con la muerte celular programada y la ruta de detoxificación participa en la resistencia a múltiples fármacos.