La pintora, María Bisbal, expresó también su satisfacción por distintos motivos, por el grado de fluidez en la comunicación con el modelo, por el resultado plástico del cuadro y, especialmente por su ubicación. “En la galería de retratos de rectores de la UNED hay pintores que admiro muchísimo y está muy bien situada y abierta al público”. En cuanto a la obra en sí, aseguró que “pienso que un retrato institucional no es la pura mímesis ni los puros rasgos físicos. En este retrato rector y universidad comparten una mirada adelante y hacia el futuro, mirada que invita al espectador a salirse del cuadro. El libro La universidad española, de Giner de los Ríos, que sujeta Alejandro en sus manos y que él mismo eligió, equilibra la visión pictórica y la conceptual”.
El rector Ricardo Mairal, sucesor en el cargo de Tiana, calificó el acto de “solemne y emotivo, con una alta carga semiótica, plena de signos, iconos y gestos que simbolizan la grandeza de la Universidad y la Academia. Protagonizado por el respeto y el reconocimiento hacia quien ocupó el gobernó de esta universidad, cuyo legado uno recibe como tributario y con el afán de acrecentarlo”. Los cuadros de la galería de retratos de rectores de la UNED recuerdan “a las personas que nos han precedido, que han tomado decisiones que marcan el rumbo de la universidad y su historia”. Y es justo, dijo, “admirar sobre todo su profunda vocación de servicio público y su generosidad solidaria”.
“Yo tuve”, recordó Mairal, “el honor de formar parte de los equipos de gestión contigo y de aprender de tu magisterio. No sólo hago mías tus palabras reconociendo la vocación hacia lo público de todos nuestros rectores y rectoras, sino que en este acto estoy viendo a un amigo, a un colega generoso que tuvo que conducir esta universidad y lo hizo bien. Por eso recuerdo la cita de Seneca, cuando afirmaba que, para obrar bien, el que da debe olvidar pronto y el que recibe no debe olvidar nunca. Recibe pues, nuestro agradecimiento”.