Cuando la UNED marca tu vida
Mario Pena Garrido deja el vicerrectora a petición propia para seguir trabaando en otros proyectos de la UNED, la institución que marcado su vida. “Ha sido un honor y un privilegio trabajar para la universidad donde comencé mis estudios. En la que he sido estudiante, becario, tutor, profesor titular y vicerrector. Han sido dos años y dos meses al frente del vicerrectorado difíciles de resumir. Un camino que suele verse como un ascenso, pero yo he vivido como un descendente, porque hay que bajar a conocer los problemas de la gente, sus preocupaciones como estudiantes, buscar iniciativas, conseguir mejoras. Es preciso abandonar cualquier situación de privilegio para hacer tuyas sus expectativas y acertar con los cambios”-
El vicerrector saliente recordó “el primer día que me acerqué a mi centro territorial de la UNED para hacer mi matrícula” y cómo “la clara vocación de servicio público que impregan a esta universidad, donde siempre se trata de llegar a todos. Gracias a los que me habéis ayudado a desempeñar esta tarea que me alegro d ehaber desempeñado”
Por su parte, el rector Mairal destacó el magnífico trabajo de desempeño de un servicio público en los dos vicerrectores, el saliente y la recién elegida, que “afortunadamente, expresamente, quieren y saben contribuir al bien de la colectividad. Sabemos que las instituciones trascienden a la persona, pero hemos de recordad que las personas sustentan a las instituciones”. Destacó el trabajo en el servicio público de ambos, “que implica dedicación, perseverancia aplicada a planes y proyectos. Que demenda ejemplo de tesón y esfuerzo, e implica trabajar por la ambición, no para uno mismo sino para la institución del que sirve con orgullo y con una labor constante, silente y plagada responsabilidades”.
En cuanto a la Formación Permanente, Ricardo Mairal la calificó de “esa parte hidráulica de la maquinaria de la que hablaba Borges, el vaso comunicante más fluido de la universidad con la sociedad. Honramos el trabajo que ha desempeñado Mario sobre ese vaso comunicante y sabemos que con Beatriz queda en buenas manos.