Madrid, 29 de noviembre de 2013

Esta mañana ha tenido lugar la entrega del Premio al mejor integrante de la Red de Voluntarios de Transcripciones, Subtitulado y Etiquetado y Etiquetado Semántico Accesible de Videoclases AVIP creada por la Cátedra UNED-Fundación Vodafone de Tecnología y Accesibilidad para fomentar la accesibilidad de dichos contenidos. En esta ocasión el galardón ha recaído sobre Ana Rosa Espinosa Sánchez, una estudiante del último curso de Grados Ingleses que ha concluido con éxito la transcripción y etiquetado de un total de siete vídeos correspondientes a unidades didácticas de sus estudios, alguna de ellas con especial dificultad al tratarse de clases impartidas en inglés natural.

Consolación Vélaz de Medrano, vicerrectora de Estudiantes de la UNED, ha querido aportar un dato “relevante” subrayando que “en este curso 2013-2014 tenemos 1.000 estudiantes con discapacidad más que el curso pasado, alcanzando los 10.000 alumnos, y esto nos obliga a ser pioneros en accesibilidad y nos convierte en la universidad europea que más necesidades tiene esta materia”. La vicerrectora ha agradecido todos los trabajos encaminados a mejorar la accesibilidad de la Cadena Campus de la UNED como la realizada por la red de voluntarios, pero ha añadido que “necesitamos más recursos públicos para poner en marcha iniciativas que favorezcan un derecho universal como es el derecho a la educación”.

El granito de arena de Ana Rosa Espinosa

Tras la entrega del premio, Ana Rosa Espinosa Sánchez, la voluntaria premiada por su trabajo, ha valorado su trabajo no sólo por su carácter altruista –“si todos aportáramos nuestro granito de arena podríamos conseguir muchos más contenidos accesibles que ayuden a las personas con necesidades especiales”, afirma- sino también por lo beneficioso que ha sido para sus propios estudios: “Escuchar una y otra vez las clases para poder hacer una correcta transcripción me ha venido muy bien para mejorar mi audición inglesa, la comprensión y la redacción, pues una vez transcrito el texto tienes que darle una coherencia final y porque también tienes que incluir en la transcripción todo lo relativo al contexto en el que se produce la clase, tales como las preguntas de los alumnos, los posibles ruidos o elementos externos, etc.”

Ana Rosa conoció la iniciativa a través de una de sus profesoras, Noa Talaván, y no se lo pensó dos veces. “Yo ya había hecho algún etiquetado de este tipo y me ofrecí voluntaria, aunque al principio no sabíamos que iba a haber un premio final”, reconoce. Atribuye el mérito del reconocimiento a la dificultad de algunas de las clases que tuvo que transcribir, impartidas en inglés natural, pero le resta importancia pues su objetivo siempre fue aportar su propio grano de arena.

Estudiante del Grado de Estudios Ingleses, actualmente preparando ya su trabajo de Fin de Grado, reconoce que su paso por la UNED ha sido “la decisión que más y mejor me ha cambiado la vida”. Ana Rosa fue una de esas personas a las que la crisis empujó a retomar los estudios “algo que siempre había querido pero que hasta entonces no había podido hacer” y los resultados no se han hecho esperar, pues ya ha encontrado trabajo. “El año pasado”, relata, “obtuve una beca para pasar un tiempo fuera de España y me fui a Londres y, a mi vuelta, me ofrecieron un trabajo en una escuela municipal de idiomas. Yo soy una convencida de que la etiqueta que nos han puesto a los españoles sobre nuestra incapacidad a la hora de aprender idiomas no es real, sólo es necesario un cambio de metodología de enseñanza, y ahora ya tengo la oportunidad de empezar a ponerlo en marcha".