LA TOLERANCIA: PERSPECTIVAS HISTÓRICAS Y RETOS ACTUALES
Cod.30001605
CONTEXTUALIZACIÓN
La idea de tolerancia emergió tras las primeras guerras de religión en Europa. Por eso, cuando hablamos de la tolerancia no podemos dejar de pensar en la intolerancia. La tolerancia y su envés (su cara más habitual) están lejos de ser fenómenos exclusivos de la historia europea. El miedo a la diversidad y la apuesta por los arreglos que pueden garantizar la convivencia son anteriores a los primeros pasos de la modernidad. Lo que sí nos trajo esta primera modernidad europea fue la adaptación de esa vieja conciencia del hecho del pluralismo a un nuevo principio, el principio de la pluralidad de las conciencias.
A partir de aquí, el modelo de arreglo institucional tuvo que legitimarse en un triple plano normativo: el plano de la moral, la política y el derecho. En esa conflictiva yuxtaposición de planos y con renovada actualidad, aunque no por ello con menor dificultad, parece seguir poniéndose a prueba el principio de tolerancia. De modo que mientras unos siguen pensando que la tolerancia ha de proporcionar el sustento imprescindible para la articulación de una sociedad democrática, otros sólo ven aquí la renuncia a los verdaderos principios o la retórica embaucadora de una mayoría dominante que trata de imponer los suyos.
Si la tolerancia ha de seguir representando ese valor indispensable para toda sociedad moderna y progresista, una sociedad que argumenta su proyecto de cohesión interna desde la conciencia del pluralismo y la defensa de la autonomía moral de los individuos que la conforman, en la práctica también debe enfrentarse, hoy como ayer, a una constelación de conflictos, que va de lo religioso a las nuevas disputas de género, raciales o culturales. El debate sobre la tolerancia sigue siendo, pues, uno de los ejes fundamentales de la filosofía práctica: ¿por qué tolerar y hasta dónde tolerar?
Para responder a esta pregunta se propone esta asignatura en el contexto del Máster Universitario en Filosofía Teórica y Práctica (sección: Filosofía Práctica). Su ubicación invita a pensar en esta asignatura como un módulo idóneo para repasar y ampliar los conocimientos adquiridos durante los estudios de Grado, profundizar sobre una cuestión sobre la que el estudiante puede tener un interés previo o reflexionar sobre un campo filosófico que es nuevo para él.
La asignatura también puede servir de puente para aquellos alumnos y alumnas que buscan una mayor especialización en el campo de la Filosofía Moral y la Filosofía Política con intención de proseguir estudios de doctorado.
