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DERECHOS HUMANOS Y RELACIONES LABORALES

Curso 2017/2018 / Cod.25501050

DERECHOS HUMANOS Y RELACIONES LABORALES

CONTEXTUALIZACIÓN

En el ámbito de la RSC, las personas que forman parte de las organizaciones constituyen el núcleo central de la aplicación práctica de una estrategia de RSC y Sostenibilidad. La actuación de los directivos de personas tiene que estar fundamentada en una filosofía del compromiso y transformación de la realidad hecha desde un marco ético. Este nuevo paradigma hará que la persona sea el centro de la toma de decisiones, lo que implicará pensar en las consecuencias que cada decisión tomada en el seno de la organización tiene para su crecimiento y desarrollo como lo que es: una persona, y no exclusivamente una consecuencia en la cuenta de resultados.

La medición del empleo femenino ha sido  objeto de numerosos estudios e  investigaciones desde el departamento de estadística de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)  a través de las encuestas de población activa. La cuantificación de las actividades femeninas registraron siempre grandes dificultades para medir las tareas laborales domésticas y las del cuidado de las personas –hijos/as, familiares enfermos y cónyuge-y, en su gran mayoría, se han situado en los límites de la actividad económica, lo que ha supuesto interpretaciones erróneas en la recogida de esta información, tanto por parte de los encuestadores como de las mujeres encuestadas que no tenían muy clara su ubicación laboral. La profundización de las peculiaridades que el estudio de género tiene dentro de las empresas socialmente responsables obliga a determinar cuáles son las causas de la discriminación, y qué puede hacerse para evitarlas y corregirlas.

Por su parte, la prevención de riesgos laborales, en empresas socialmente responsables, va más allá del simple cumplimiento de la legislación vigente. Asimismo, resulta objetivo fundamental de las organizaciones empreses contribuir con iniciativas novedosas a que las personas con discapacidad tengan su sitio en igualdad de condiciones. Así, la integración laboral de personas pertenecientes a colectivos en riesgo de exclusión social aporta a la empresa una serie de valores como la cohesión y la solidaridad que mejoran las condiciones laborales en su conjunto y la percepción positiva de la diferencia, dando lugar a una legitimación social de la empresa que redunda en valores intangibles.

Finalmente, se incorporan los derechos humanos que las empresas deben respetar y promover en un entorno cada vez más global y que genera, en el desarrollo de su actividad, mayores externalidades, tanto sociales como ambientales. Se demanda a la empresa un papel más integrado en la sociedad y más respetuoso con los derechos  humanos y se le exige más transparencia en sus actuaciones, no solamente desde una perspectiva financiera sino también desde la esfera social y medioambiental.