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Hay un cartel anunciando el festival de Hip Hop en el aeropuerto de Malabo, donde casi todas las personas que pululan de acá para allá con equipajes y bolsas son de piel oscura y hablan en español. Junto al embajador, Manuel Gómez-Acebo, que amablemente nos recibe a tan alta hora de la noche, varios funcionarios facilitan los trámites en la recepción, paso por aduana, verificación de visados y recogida de maletas. Apartan su mirada, que ni una sola vez posan sobre tu persona. Ni cuando han de hacerte indicaciones para huellas dactilares, requerimientos de fotografía, o pasaporte. Al principio choca. Ocurrirá igual con los empleados del hotel o entre los estudiantes: no miran a su interlocutor cuando hablan. Luego comprendes que es una norma inversa: en nuestra cultura mirar es un acto de educación, en la suya quizá pueda ser una ofensa. Sigilo que se sumará a su tono de voz en actos de celebración de los días venideros: bajo, apenas audible. Misma lengua, diferente cultura. | ||
¿Qué hacemos en el Golfo de Guinea? ¿Por qué el Rector de la UNED ha volado al país del África Central? | ||
Todo comienza hace 30 años, poco después de que Guinea Ecuatorial, antigua colonia española, se convierta en un Estado presidencialista. País multilingüe donde hablan numerosas lengua bantúes y europeas como francés o el propio español; con una población de un millón de habitantes según censo oficial y apenas 500 mil según el Banco Mundial, del que en 1981 la UNED recibe el encargo de ser núcleo del sistema educativo superior y contribuir a la creación de una universidad guineana. | ||
Izq. a dercha: Joaquín Mbana, Ministro de educación; Juan A. Gimeno, Rector de la UNED; Manuel Gómez-Acebo, Embajador espaol; Antonio Manso, Director de los Centros de Bata y Malabo | ||
Carlos Nse Nsuga, Rector hoy de esa universidad, la UNGE -Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial, creada hace quince años – indicó en la recepción a su colega Juan A. Gimeno que “tiene ante usted a la persona que participó y vio nacer la UNED”. Se trata, efectivamente del primer tutor de la UNED en Guinea, y recuerda que entonces “daba clases con velas”. La intelectualidad y élites profesionales del país se formarán de la mano de la UNED en estas tres décadas lo que permite a Jordi Galbé, director de programa de cooperación de la AECID decir que “la UNED aquí no es una opción para el que no puede ir a la universidad presencial. Es la opción”. Los estudiantes guineanos son becados por el Estado español y disfrutan de matrícula y materiales gratuitos. Opción para estudiantes que responden hoy a la política española de conservar la identidad lingüística y cultural en línea con el objetivo de la lucha contra la pobreza y la consecución de los Objetivos del Milenio de la Declaración de París de 2008. Porque si Nse Nsuga daba clases con velas hoy numerosos estudiantes se arraciman en torno a las farolas públicas de la calle que les proporcionan una iluminación de la que carecen para poder leer en sus casas. | ||
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