La función docente se explicita en la interacción didáctica desarrollada en el aula, cuya complejidad demanda desarrollar procesos de observación y participante y generación de un clima favorable al estudio y transformación del conocimiento profesional.
La función docente se desarrolla desde una práctica reflexiva y el diálogo fecundo entre todos los implicados en el proceso formativo, singularmente profesorado y estudiantes. La interacción se basa en el discurso, las actuaciones y las relaciones generadas entre los implicados en la tarea educativa.
Las competencias social y comunicativa se evidencian en la puesta en acción de la tarea docente que lleva a cabo el profesorado en su clase, constituyendo esta práctica la base para avanzar en el conocimiento y consolidar un escenario de satisfacción y pleno desempeño de la tarea educativa, repercutiendo en la mejora integral del proceso de enseñanza-aprendizaje.