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TEMAS DE LÓGICA INFORMAL

Curso 2014/2015 / Cod.30001253

TEMAS DE LÓGICA INFORMAL

CONTEXTUALIZACIÓN

La asignatura pretende proyectar una panorámica precisa del actual campo de estudio de la Lógica Informal, disciplina joven, hija de las inquietudes culturales y escolares de los campus universitarios de finales de los años 1960, que da sus primeros pasos en los 70 como alternativa a la enseñanza de la lógica establecida en los primeros cursos de la educación superior, en especial la representada por las introducciones a la lógica simbólica o matemática. Su presentación en sociedad en 1978, a través de la canadiense Informal Logic Newsletter pretendía hacerse cargo de “una gama de cuestiones teóricas y prácticas que surgen al observar de cerca y desde un punto de vista normativo los razonamientos de la gente”. El objeto de estudio de la lógica informal -los modos usuales de discurrir y argumentar-, así como sus objetivos y procedimientos de análisis cuentan con una larga tradición que se remonta al Organon de Aristóteles (ante todo a los Tópicos y las Refutaciones sofísticas), pero por encima de sus posibles antecedentes, la lógica informal de nuestros días tiene claras señas de modernidad. Representantes tan acreditados como Ralph H. Johnson y J. Anthony Blair han destacado tres motivos del surgimiento contemporáneo de las inquietudes en que descansan las reflexiones correspondientes a la Lógica Informal: (i) los movimientos críticos de carácter académico y cultural que, buscando la aplicación del análisis lógico al discurso usual sobre el mundo circundante (guerra del Vietnam, conflictos étnicos o de género, política estudiantil, etc.), promueven una disciplina alternativa y una nueva conformación de la enseñanza de la lógica; (ii) la crítica filosófica de las pretensiones de la lógica formal y deductiva como el canon de la racionalidad discursiva, crítica fundada por ejemplo en la prioridad de la argumentación efectiva dentro de su contexto pragmático, en el reconocimiento de relaciones inferenciales diversas o en la significación del estudio de las falacias; (iii) la crítica empírica orientada en un sentido análogo y procedente de otros ámbitos como los estudios sobre comunicación o la psicología del razonamiento. De estas fuentes críticas, con especial repercusión de la primera, surgió la que inicialmente podría considerarse versión norteamericana (Canadá y USA) de la teoría de la argumentación antes de confluir en los años 80 y 90 con otras pespectivas y programas en este vasto campo. Dados estos supuestos y algunos precedentes ampliamente reconocidos, como la contribución de Stephen E. Toulmin (1958) a un modelo estructural de ciertos usos argumentativos, o la de Charles L. Hamblin (1970) al renacimiento del interés por las falacias y por la dialéctica de la argumentación, la lógica informal presenta hoy unos rasgos relativamente definidos.

 

Hoy entendemos por Lógica Informal la rama de la lógica cuyo cometido consiste en proponer y desarrollar modelos, criterios y procedimientos no formales de análisis, interpretación, evaluación, crítica y construcción de argumentos en el discurso usual, sea común o sea especializado en diversos géneros. Formaría parte, por otro lado, del muy fructífero complejo multidisciplinario de los estudios actuales en teoría de la argumentación ocupando el espacio de lo que suele también denominarse la perspectiva lógica sobre la argumentación, como un tipo de aproximación distinta y distinguible de las perspectivas dialéctica y retórica, según la tripartición tradicional. Frente a ellas, la perspectiva lógica sobre la argumentación se centraría en el análisis de los argumentos como productos textuales partiendo, en principio, de su caracterización conforme a una forma esquemática básica de . Un buen argumento desde el punto de vista lógico consistiría en algún tipo de prueba capaz de sentar o al menos apoyar o sustentar su conclusión sobre la base de las premisas con arreglo a las condiciones propias del nexo inferencial entre ellas. La lógica informal no se reduce, sin embargo, al estudio de la consecuencia deductiva sino que se interesa muy especialmente por otros tipos de nexos que se remiten a las condiciones de las respectivas inferencias (inducción, abducción, etc., llamadas también y de modo genérico “ducciones”). La Lógica Informal se ha caracterizado, pues, por asumir la tarea de elaborar un modelo normativo para los argumentos que no es reducible a la lógica formal (de alcance mínimo e insatisfactorio a la hora de analizar y convalidar la argumentación corriente, en el lenguaje natural, y sobre todo tipo de ámbitos) y, en este sentido, comprende intentos de formulación de ciertos principios generales para cualquier tipo de argumento, como los siguientes: (i) por lo que concierne al nexo inferencial, el de atenerse a sus propias condiciones de convalidación; (ii) con respecto a las premisas, el de atenerse a sus condiciones de aceptabilidad, suficiencia y pertinencia respecto de la conclusión; y (iii) por lo que se refiere al argumento en su conjunto, el de ser capaz de responder del modo adecuado a las objeciones o a los contra-agumentos previsibles en su contexto.

 

Son temas de reflexión característicos de la Lógica Informal los relativos a:

[1] la base pragmática del estudio de la argumentación (por ejemplo, la teoría de los actos de habla), por oposición también a la lógica formal que se habría situado al margen del proceso y del propósito de la argumentación usual, desentendiéndose en general del contexto pragmático e interactivo de argumentar;

[2] la identificación y construcción de argumentos en el discurso ordinario común;

[3] su evaluación, tanto por referencia a la acreditación de las premisas o razones aducidas, como por referencia a la índole y la fuerza del nexo inferencial propuesto o dado;

[4] y la detección y el análisis crítico de las falacias.